Uno de los mayores atractivos de las fiestas, y que además pone de relieve el espíritu solidario del pueblo parreño. El tradicional Ramo consiste en subastar por pujas a la llana los productos que previamente han sido donados por los vecinos y visitantes. Éstos van desde frutas y dulces pasando por aves y otros animales hasta llegar a verdaderas obras de arte como cuadros y productos artesanales.
Desde el primer día de fiestas se recogen los regalos en el Ramo, siguiendo siempre el siguiente procedimiento: el donante regala un producto y fija su valor de salida en la subasta; al terminar las fiestas si el objeto no ha aumentado el valor de salida, el propio donante se hace cargo del importe del mismo.
Es uno de los elementos más característicos de la fiesta. Las anécdotas en torno a sus subastas son infinitas, y tenemos ejemplos de éstas ya en 1928, cuando un nardo valió 5 pesetas, una copa de vino 30,50 pesetas y se llegó a subastar un bolso sustraído en un descuido a una joven, que tuvo que ser rescatado por su novio, en 100 pesetas. Situaciones como estas hace que año tras año el Ramo se convierta en el centro de atención y uno de los sitios más entretenidos de la fiesta.