Es muy venerada por todos los parreños. Escultura de alabastro finísimo, traslúcido. Originaria del s. XV, estilo Gótico Porta banderín (S. XVIII) y corona de plata con florones esmaltados del s. XVII. Donado por los señores de Feria. En el pedestal se puede observar el escudo de los Suarez de Figueroa., s. XVII.
Según cuenta la leyenda, en el s. XV dos imágenes del Santo (una de madera y otra de alabastro) eran trasladadas desde Sevilla a la Catedral de Badajoz, en distintos carruajes y tirados por bueyes. El destino de nuestra imagen era Badajoz. Al llegar a estos parajes se originó una gran tormenta y los animales que tiraban de las carretas se detuvieron, siendo imposible reanudar el camino hasta que no bajaron del carro al San Juan de alabastro. Este acontecimiento se interpretó como un deseo del Santo de permanecer en este lugar e hizo comprender a los parreños que debía quedarse allí mismo y se levantó la Ermita. Desde entonces se celebra una romería para celebrar la onomástica del Santo, en la que la gente entona esta coplilla:
San Juan iba de viaje / de Sevilla a Badajoz/ como tanto nos quería/ en La Parra se quedó.
Una nota tomada del libro «Crisis histórica de la ciudad de Badajoz», por don Ascencio Morales, escrito en la 2ª mitad del s. XVIII sobre la Ermita y el Santo dice así:
Lápida.- Caso raro con la imagen del Bautista.- «Hoy de ella se conserva una lápida sepulcral que va en el Cuaderno, que lo justifica. Es santuario célebre a donde concurren los pueblos del contorno en sus necesidades de alcanzar el alivio de ellas por la intercesión del Santo; cuya imagen es de finísimo alabastro; y es tradición recibida que habiéndola querido traer a Badajoz por lo perfecto de su escultura, para colocarla en la Catedral, no ha sido posible moverla de aquel sitio; declarándose, la quiere Dios en él para obrar muchas maravillas como lo ha ejecutado y ejecuta por su medio».
Año 1754.
Fuente: Claudina González Santos. Informe realizado para esta Hermandad en 1992